La rotación del núcleo interno de la Tierra realmente se ha ralentizado, según confirma un nuevo estudio, lo que abre preguntas sobre lo que está sucediendo en el centro del planeta y cómo podríamos vernos afectados.
Dirigidos por un equipo de la Universidad del Sur de California (USC), los investigadores detrás del hallazgo creen que este cambio en la rotación del núcleo podría cambiar la duración de nuestros días, aunque sólo en unas pocas fracciones de segundo, por lo que no será necesario. para restablecer sus relojes todavía.
“Cuando vi por primera vez los sismogramas que insinuaban este cambio, me quedé perplejo”, dice el científico terrestre John Vidale de la USC. “Pero cuando encontramos dos docenas de observaciones más que señalaban el mismo patrón, el resultado fue ineludible.
“El núcleo interno se había desacelerado por primera vez en muchas décadas. Otros científicos han defendido recientemente modelos similares y diferentes, pero nuestro último estudio proporciona la resolución más convincente”.
El núcleo interno es una bola de hierro y níquel súper caliente y súper densa que se cree que tiene aproximadamente dos tercios del tamaño de la Luna. Ubicado a más de 3.000 millas (o poco más de 4.800 kilómetros) debajo de nuestros pies, está lejos de ser un objeto fácil de estudiar, aunque conocer sus características podría enseñarnos mucho sobre la historia de nuestro planeta.
En este estudio, Vidale y sus colegas analizaron lecturas de 121 terremotos repetidos registrados entre 1991 y 2023 alrededor de las Islas Sandwich del Sur en el Atlántico Sur. También agregaron datos de varias pruebas nucleares. Cada uno de estos eventos provocó importantes repercusiones en todo el planeta.
Al registrar cómo esas ondas se aceleran, desaceleran e interactúan, los investigadores pueden estimar la posición y el movimiento del núcleo interno. Su aparente retroceso en relación con la superficie, que parece haber comenzado alrededor de 2010, puede deberse al movimiento constante del núcleo externo de hierro líquido que genera el campo magnético de la Tierra, sugiere el equipo, o a la atracción de las fuerzas gravitacionales.
En cuanto a lo que esto significa: realmente no lo sabemos. Los cambios de velocidad, las inversiones y las oscilaciones en el núcleo interno no son infrecuentes, por lo que no hay indicios de que vayamos a tener el tipo de desastre apocalíptico que podríamos ver en una película de ciencia ficción. Podríamos experimentar ligeros cambios en los días y las noches, pero sólo muy leves.
“[Sería] muy difícil notarlo, del orden de una milésima de segundo, casi perdido en el ruido de los océanos y la atmósfera agitados”, dice Vidale.
Lo que podemos decir con seguridad es que el estudio contribuye a nuestra comprensión de los misterios de las profundidades geológicas, y el giro del núcleo interno de la Tierra es algo que los científicos seguirán muy de cerca.
“La danza del núcleo interno podría ser incluso más animada de lo que sabemos hasta ahora”, dice Vidale.